Las líneas de Nazca se encuentran en el famoso desierto de Nazca al sur del Perú. Estas líneas son una muestra inerte de la presencia y grandeza del peruano antiguo y reposan bajo el fuerte sol y apuntando a las estrellas a manera de calendario astronómico.

Las líneas de Nazca están ubicadas en el departamento de Ica, fueron hechas por una antigua cultura peruana que lleva el mismo nombre del lugar en donde se desarrolló, cultura nazca. Este sitio esconde un gran misterio, pues no se sabe para que fue hecho y por qué razón habrían sido de tan inmenso tamaño. Las figuras del lugar son cientos y van desde pequeños diseños muy sencillos, hasta los más complejos, siendo tanto geométricas como zoomórficas, incluso hay una figura que representa a un humanoide con forma extraña que ha despertado la imaginación a más de uno diciendo que se trataría de una obra sobrenatural llevada a cabo por visitantes de otro planeta.

Lo cierto es que estas figuras y líneas habrían sido una enorme forma de representar lo que los antiguos habitantes de Nazca veían en su día a día, y aunque han sufrido mucho deterioro con el paso de los años debido a factores humanos puesto que las carreteras pasan por en medio del lugar y por mucho tiempo se les cruzó por encima para atravesar el desierto sin darse cuenta lo que se tenía bajo las llantas, aún siguen resistiendo para mostrar su grandeza.

¿Quién descubrió las líneas de Nazca?

El famoso conquistador y cronista español Pedro Cieza de León, fue uno de los primeros en apreciar las líneas de Nazca al llegar a territorio peruano. Fue en el año 1547 que él se encuentra con ellas y las menciona como señales en algunas partes del desierto que se encuentra en Nazca, luego de mencionar estas señales, sería Luis Monzón quien decide darles un sentido y en esos intentos él decide mencionar que se trataría de carreteras utilizadas por los locales para el comercio entre comunidades, escribiendo esto en 1568.

Las líneas pueden ser vistas de manera parcial desde las colinas, pero esto no deja apreciar correctamente su magnitud y formas, por lo que en la antigüedad era difícil que los españoles se dieran cuenta de lo que realmente estaban observando, siendo entonces que años más tarde los aviadores militares y civiles se percatarían de la presencia de enormes figuras que no habían sido descubiertas del todo. En el año 1932 dos arqueólogos se encargarían del estudio luego de notar su presencia y los avisos de aquellos que las habían sobrevolado. Estos arqueólogos serían Julio Cesar Tello y Toribio Mejía Xesspe, quienes decían en un principio que las líneas se tratarían de simples caminos.

Diez años más tarde sería el historiador John Rowe quien al recopilar toda la información de las investigaciones de los dos anteriores, mencionaría que se trataría de sitios de adoración a los dioses, siendo una incógnita que le seguiría hasta la muerte, pues nunca supo a ciencia cierta de que se trataban las líneas, falleciendo en el año 1969.

El discípulo de Rowe, el joven Max Uhle, un profesional en matemáticas, sería quien se encargaría del estudio de ellas, dedicando casi 60 años al estudio de las líneas de nazca. Él sería el primero que mencionaría que los dibujos podrían tratarse de un calendario.

Maria Reiche y las líneas de Nazca

Más adelante, otra reconocida arqueóloga alemana dedicaría su vida entera a las líneas, al estudio de estas, a la conservación y difusión del legado de la cultura, su nombre era María Reiche, quien se volvió un símbolo de la región y de la cual se han creado muchas historias y leyendas sobre su vida en Ica. Ella junto a Kosok, serían los que dieron la primera explicación de la función real de las líneas, la cual sería que el objetivo de todas ellas era apuntar hacia el sol y también a las estrellas que se podían observar en el firmamento.

Investigaciones más recientes como la publicada en el año 2021 y que fue detenida por la pandemia mundial del coronavirus, menciona que en realidad las líneas de Nazca serían un sistema muy complejo y avanzado para la época dedicado a la gestión de agua, perfeccionando una técnica conocida como la cosecha de agua, técnica que se usa hasta el día de hoy en los pueblos de la sierra peruana y que fue heredada generación tras generación por los Incas.

Existen algunas publicaciones respecto a las líneas muy descabelladas y que se trataría de una arqueología falsa, puesto que estas mencionan que las líneas de nazca habrían servido como pistas de aterrizaje para naves extraterrestres de visitantes espaciales o que las imágenes buscaban que los seres de otros mundos reconocieran la tierra y volvieran a ella luego de convivir con los pobladores de Nazca. La realidad es que lo de una pista de aterrizaje estaría limitada a los aviones modernos, sería innecesario una pista usando esa lógica, además se sabe que las culturas del antiguo Perú creían que en lo alto de los cielos se encontraban todos sus dioses, por lo que se sugiere que los habitantes de esta zona las habrían construido como una especie de ofrenda que puede ser observada desde el cielo por sus divinidades.

Resumen de las líneas de Nazca

Sea cual sea el misterio de las líneas, aún está en investigación, pero lo cierto es que la grandeza de las estructuras o monumentos que se levantaron en la antigüedad sigue asombrándonos hasta el día de hoy, por eso el trabajo debe seguir hasta llegar más cerca de la verdad y conectar más con el antiguo Perú, que hasta el día de hoy nos sigue mostrando misterio tras misterio localizado debajo del suelo peruano.