Cultura Mochica
La Cultura Mochica surge en el Intermedio Temprano, entre los años 100 y 800 d.C. en el norte peruano, entre los valles de Lambayeque y Huarmey. La ubicación de la cultura Mochica se encontraba en el valle de Moche y Virú cerca de Trujillo.
Los Mochica destacaron por sus cerámicas que son consideradas las mejores del Perú antiguo, así como también su arquitectura. Muestra de ello son la huaca del sol y la huaca de la Luna. Los Mochica fueron una sociedad avanzada de América del Sur, con ciudades, templos, canales y granjas ubicadas en todo lo largo de la costa árida en una estrecha franja entre el Océano Pacífico y los andes peruanos. A esta cultura también pertenece el famoso señor de Sipán, quien fue encontrado junto a otras personas y pertenencias en una serie de tumbas.
Las representaciones tridimensionales de animales y personas y los famosos «huaco-retratos», son parte importante de su arte cerámico.
Desarrollo de la cultura Mochica
Tomando como base el estudio de más de 30,000 cerámicas, Larco Hoyle estudió la evolución de las formas de la cerámica moche y dividió su desarrollo en cinco etapas.

Mochica I:
La cerámica es pequeña, de aspecto sólido, en algunos casos de forma lenticular; de asas proporcionales y circulares con picos cortos y fuertes rebordes. Las formas comunes son vasos retratos, antropomorfos de cuerpo entero, zoomorfos, fitomorfos, cántaros sencillos con asa de estribo. Hay una influencia de la decoración negativa.
Los motivos más comunes son los puntos grandes, los círculos, rombos, cabezas de lagartijas estilizadas, triángulos con círculos concéntricos y signos escalonados.
Mochica II:
El grosor de las paredes disminuye, la cerámica se alarga y no se observa tendencia en darle la misma altura que ancho. El asa y el pico crecen proporcionalmente, y mientras el asa no pierde la forma redondeada, el pico pierde el reborde pronunciado, quedando tan solo un pequeño ribete.
Mochica III:
Se inicia el refinamiento de esta cultura. Las paredes de los vasos se afinan sin perder su solidez, la cerámica está cubierta por una fina capa de engobe cuidadosamente pulida. Los hornos abiertos con abundante oxigenación fueron perfeccionados.
La cerámica es un poco más grande que Mochica II. Los recipientes son de mayor capacidad. Las asas y los picos se afinan notablemente, siendo las primeras elípticas y los picos pequeños, acampanulados y con reborde casi imperceptible. Las cerámicas son de líneas armónicas y proporcionadas. La escultura religiosa adquiere importancia.
Mochica IV:
Los motivos escultóricos y pictóricos se multiplican y adquieren mayor complejidad. Tratan de perennizar en su cerámica no solamente los asuntos comunes de su vida diaria, sino también las actividades de sus instituciones organizadas.
Los vasos se alargan y también proporcionalmente el asa, que ya no es chata sino redonda. La mayoría de los picos son largos y rectos, aunque hay algunos más angostos en la punta con bordes levemente afilados.
Mochica V:
La cerámica de este período por sus formas y decorado constituye el «arte barroco» de la cultura Mochica. Se reduce en tamaño pero el asa se alarga, siendo el pico más pequeño. El asa toma una forma triangular acentuada y el pico es de naturaleza troncocónica con bordes afilados del interior hacia afuera. Las representaciones geométricas abundan, el motivo escultórico pasa a segundo plano, desplazado por el arte pictórico. Las técnicas de manufactura que mayormente conocieron fueron el moldeado y el estampado.
Descubrimiento de la Cultura Mochica
La civilización Mochica fue identificada por Max Uhle en 1909, quien la clasificó como proto-chimú lo que quiere decir antecesora de la cultura Chimú. Uno de sus principales investigadores fue el alemán Enrique Brüning, ingeniero que llegó a trabajar en las azucareras de Lambayeque y La Libertad. Esta cultura fue estudiada también por los arqueólogos peruanos Julio C. Tello y Rafael Larco Hoyle (1901-1966). En particular, destaca la labor de Larco Hoyle, quien identificó de manera científica los diversos períodos de esta cultura, a base de los estilos y la técnica de su cerámica.

No obstante, el constante saqueo de yacimientos arqueológicos hace difícil estudiar la civilización hoy en día.
¿En qué destacó esta cultura pre inca?
Arquitectura
Como base para sus construcciones emplearon el adobe hecho de barro, materia prima que abundaba. Construyeron grandes palacios, urbes y templos, los cuales recubrían de murales en alto y bajo relieve, pintados de colores extraídos de la naturaleza a los cuales les agregaban colágeno extraído de la cocción de las patas de las aves. Decoraban con representaciones de sus dioses, mitos, leyendas y toda su cosmovisión. En las construcciones importantes como las huacas, se solía hacer cada cierto tiempo una reedificación, en la cual en vez de remodelar una pared, la tapaban construyendo otra adelante.
Destacan las huacas del sol y la luna. La huaca del sol es un inmenso edificio que mide más de 40 m de altura y tiene 5 terrazas superpuestas, se calcula que se necesitaron más de 140 millones de adobes para su construcción. A 500 metros de esta huaca se alza la huaca de la luna, de 21 metros de altura y de 3 terrazas. Destacada por sus bellas pinturas murales, una de las cuales posiblemente representa el rostro fiero de Ai apaec. Se cree que la huaca del sol fue un centro administrativo, mientras que la huaca de la Luna era un centro religioso.
Cerámica

Los mochicas plasmaron en sus cerámicas el entorno de su mundo cultural y religioso, bajo la forma de imágenes escultóricas o decorando a pincel la superficie de la vasija. Su cerámica constituye por ello el mejor documento y testimonio de su cultura.
Las principales características de la cerámica son:
Escultórica: Porque representaban en bulto las figuras de los hombres, animales y plantas. Destacan los huaco retratos.
Realista: Puesto que todo era reproducción exacta de la realidad, no inventaban ni imaginaban en sus obras de cerámica.
Documental: Porque era realismo y su representación sirve como elemento para conocer la vida de los habitantes.
Pictográfica: Ya que algunos huacos representan figuras pintadas y ornamentadas.
Textilería
Se conoce muy poco de la textilería mochica, ya que su conservación es muy pobre. Sin embargo, las piezas estudiadas indican una sobriedad decorativa que se puede comparar a su cerámica. Los materiales que más se utilizaron es la lana de auquénidos y el algodón. Usaron técnicas de manufactura como el brocado y el tapiz.
Metalurgia

Fueron los mejores metalurgistas de su época. Utilizaron el oro, la plata, el cobre y sus aleaciones. La aleación más conocida de ellos fue la tumbaga (mezcla de oro y cobre). Conocieron una variedad de técnicas, como el laminado, martillado, alambrado, soldadura, etc. Fabricaron herramientas, armas, atuendos, emblemas, ornamentos y toda su variada y rica parafernalia ritual. Es de destacar su pericia para construir figurinas de poco más de 2 cm con partes móviles unidas con pequeñísimas grapas.
Legado de la Cultura Mochica

El más conocido legado cultural mochica es su cerámica, generalmente depositada como ofrenda para los muertos. Ha dejado tras de sí las esculturas más diestramente talladas de la América precolombina, hombres, divinidades, animales, plantas y complejas escenas fueron representadas por sus artistas bajo la forma de imágenes escultóricas o vasijas decoradas a pincel.
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