Cultura Aymara
La cultura Aymara (cuyo nombre proviene del sonido ma-ra y que también se puede escribir como aimara) es un pueblo indígena con origen en América del Sur que se desarrolló en la región de la meseta andina del lago Titicaca desde los tiempos precolombinos hasta la actualidad. Su ubicación abarcó parte del noroeste de la Argentina, pasando por la región occidental de Bolivia, luego hasta el norte de Chile y finalmente al sureste del territorio peruano.
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La población Aymara también suelen ser llamados «collas», lo cual puede en ocasiones confundirse con una etnia que lleva el mismo nombre y que se encuentra ubicada en la región norte de Argentina y Chile. Esto puede confundirse con la expresión «collas» la cual se emplea para referirse a los pobladores del occidente de Bolivia, pero en realidad no existe ningún tipo de correspondencia entre estos nombres, por lo que se debe tener mucho cuidado al momento de la búsqueda de datos sobre esta cultura.
El nombre de esta cultura proviene de la etimología Aymara y es encontrada dentro de lo especulativo, puesto que no se sabe de manera segura cuál es su origen. Según la poca información que se tiene, esta palabra proviene de un etnónimo que tiene su origen en el departamento de Apurímac, en la sierra peruana. Se sabe que la palabra proviene de los Andes centrales, cerca de Lima.
La lengua aymara se expandió hacia el sur y fue asimilada como lengua materna por los pueblos pertenecientes a la cultura wari, tiempo después, casi entrando al periodo intermedio tardío, esta lengua fue reemplazada por el idioma quechua y fue expandiéndose desde la costa hasta el departamento de Cusco y la introducción de esta se produjo de manera violenta debido a las conquistas militares que venían desde el norte hacia el sureste, pasando por lo largo de la cordillera Occidental de los Andes y los territorios del altiplano fueron repartidos al parecer en forma de señorío o reinos. Algunos fueron mencionados por Bertonio y estos son los Lupacas, los Quillaguas, Caracas, Pacajes, los Charcas, entre otros.
Historia de la Cultura Aymara
La historia de la cultura aymara es muy compleja. De su surgimiento se han planteado diferentes hipótesis y opiniones, entre ellas está la que declara que esta etnia sería una descendiente de los Tiahuanaco. Esta idea fue planteada por los historiadores y antropólogos Carlos Ponce y Max Uhle.

Reginaldo de Lizárraga, el cronista, describe al pueblo puquina como antecesores de los Tiahuanaco y por ende de los Aymara. Él asegura que el pueblo era prosperó, agricultor y ganadero, siendo considerado para muchos como un error de este cronista, pero aun así sirvió de fundamento para tener la hipótesis debido a que la cultura Tiahuanaco se desarrolló mucho en el sector agrícola y ganadero. Algunos otros cronistas como Guamán Poma de Ayala, contaban en sus escritos que este pueblo era muy pobre y nada prospero, con carencia de vestiduras y poniendo como prueba de que la cultura Tiahuanaco no era ancestro de esta debido a que el apogeo de esta cultura era opulenta tal y como quedó demostrado en sus cerámicas, textiles y esculturas, destacando los trabajos en estas investigaciones de Max Uhle y otros más sobre la expansión Aymara en la cultura Tiahuanaco.
Costumbres de la cultura Aymara
Whipala
La wiphala es una bandera utilizada por los pueblos andinos, de mucha presencia en Bolivia y en algunos países como Perú, Chile y Argentina. Consta de 7 colores y el ejemplar más antiguo que se ha encontrado se trata de una bolsa para guardar hojas de coca. Su uso era muy variado y no se ha podido especificar con certeza su significado o simbología dentro de la Cultura Aymara.
La lengua oficial de las comunidades que usan el Wiphala es el Aymara, aunque muchos de sus habitantes hablan el castellano debido a la colonización española que influenció de manera impresionante en la vida de estas personas.
Mas allá de los debates sobre la historia de esto, las organizaciones o movimientos sociales Aymara, suelen usar la Wiphala en las manifestaciones y en la reivindicación política, también en las ceremonias religiosas y culturales. A pesar de todos los datos encontrados hasta la fecha sobre la wiphala, el debate sobre su uso en la historia sigue abierto.
Uso de la hoja de coca
En las comunidades Aymara algunos de los pobladores practican el «acullico». Esta práctica consiste en el consumo de la hoja de coca a la que consideran sagrada. Por esta condición de hoja sagrada su uso estaba restringido al Inca, los sacerdotes y los nobles. Todo aquel que desobedeciera este mandato podía ser castigado incluso con la muerte.
Además del uso que le dan en la masticación, la utilizan en remedios y también para la realización de algunos rituales religiosos. Durante el último siglo estas plantaciones han dejado de ser algo místico para pasar a ser un problema para las autoridades debido a que con esta hoja se puede fabricar la pasta básica de cocaína, una droga muy fuerte que causa adicción y destruye al consumidor en el largo plazo.
A pesar de todo esto, la hoja de coca tiene una enorme participación en la religión Aymara. Esta costumbre perdura desde el tiempo de los Incas y en la actualidad se ha convertido en un símbolo de identidad cultural. Los cultos como los de la Pachamama, Mallku y Amaru son las expresiones más antiguas de este tipo de celebraciones que los Aymara aún llevan a cabo.